
la feria de Iván
By Daniel

27 Mar, 2024

Iván Muñoz, un niño de 7 años con ojos brillantes y una sonrisa inagotable, amaba dos cosas en la vida: bailar y la feria. Cada tarde, después de la escuela, practicaba sus movimientos de baile moderno en el salón de su casa.

Iván también tenía una gran fascinación por las ferias. Amaba sus luces parpadeantes, los colores brillantes de las atracciones y el ajetreo y bullicio de la gente.

Cada vez que la feria llegaba a la ciudad, se volvía loco de emoción. No podía esperar para ver las nuevas atracciones y tratar de entender cómo funcionaban.

Su atracción favorita era el flyp fly. Le fascinaba cómo podía girar tan alto en el cielo sin caerse. Siempre imaginaba que era un pájaro volando sobre la ciudad.

En casa, Iván tenía una pequeña maqueta de un flyp fly que había hecho con piezas de lego. Le encantaba hacerla girar y ver cómo las cabinas subían y bajaban.

Una tarde, después de un día de baile y jugar con su maqueta de el flyp fly Iván tuvo una idea brillante. ¿Y si combinaba sus dos pasiones?

Decidió que iba a hacer un baile inspirado en la feria. Pasó días planeando los movimientos, imaginando que era un flyp fly girando y un carrusel dando vueltas.

Su madre, al ver su emoción y dedicación, decidió ayudarlo. Le enseñó cómo mover su cuerpo al ritmo de la música y cómo expresar sus sentimientos a través del baile.

Después de semanas de práctica, Iván finalmente tenía listo su baile. Estaba emocionado y nervioso, pero también muy orgulloso de lo que había logrado.

El día del espectáculo, la feria estaba llena de gente. Iván estaba vestido con un traje colorido que recordaba a las luces y atracciones de la feria.

Cuando subió al escenario, el público quedó en silencio. Con la música comenzando, Iván empezó a moverse como nunca antes. Era como si estuviera bailando en el cielo con las estrellas.

Su baile fue una mezcla perfecta de gracia y energía, de alegría y emoción. Cada movimiento era como una atracción de la feria, lleno de sorpresas y magia.

Al final de su actuación, el público estalló en aplausos. Iván se sintió como si hubiera volado en su noria hasta las estrellas. Había logrado combinar sus dos grandes pasiones y el resultado fue maravilloso.

Esa noche, cuando Iván volvió a casa, se dio cuenta de que no solo le encantaba bailar y la feria, sino que también le encantaba compartir su alegría y pasión con los demás.

Desde aquel día, Iván no dejó de bailar. Cada vez que la feria llegaba a la ciudad, él estaba allí, bailando y llenando el lugar de alegría y felicidad.

Y cada vez que bailaba, recordaba cómo había logrado combinar sus dos pasiones. Cómo había transformado su amor por la feria y el baile en un espectáculo que todos podían disfrutar.

Iván Muñoz, el niño que amaba bailar y la feria, se convirtió en una inspiración para muchos. Demostró que con pasión y dedicación, uno puede alcanzar las estrellas.

Ahora, cada vez que veía una noria, no solo veía una atracción de feria. Veía una danza en el cielo, un baile que había creado con su imaginación y su pasión.

Y cada vez que bailaba, no solo era un niño moviéndose al ritmo de la música. Era un artista, un creador, un soñador que hacía realidad sus sueños.

Iván Muñoz, el niño de 7 años con una pasión por el baile y la feria, nos enseña que no hay límites para lo que podemos lograr cuando perseguimos nuestras pasiones con todo el corazón.

Así que, la próxima vez que veas una feria, recuerda a Iván. Recuerda su baile, su alegría, su pasión. Y recuerda que tú también puedes alcanzar las estrellas.

Porque todos tenemos una pasión, un sueño, algo que nos hace únicos. Y si lo perseguimos con determinación y amor, como Iván, podemos lograr cosas maravillosas.

Así que no dejes de soñar, no dejes de bailar, no dejes de ser tú mismo. Y quizás, un día, tú también podrás bailar entre las estrellas.

Al final, Iván nos enseña una lección valiosa: la vida es una feria, llena de luces y colores, de risas y alegría. Y cada uno de nosotros es un bailarín, moviéndonos al ritmo de nuestros sueños.

Así que, ¡baila, sueña, vive! Y nunca olvides la pasión de Iván, la pasión que lo llevó a bailar entre las estrellas.