Había una vez un niño llamado Jaime, que tenía una curiosidad insaciable. Un día, mientras vagaba por el bosque, encontró un jardín mágico lleno de plantas de todos los tipos y colores.

En el jardín, Jaime encontró una planta que parecía estar hablando. Sorprendido, se acercó y escuchó atentamente. La planta le dijo que se llamaba Florinda y que podía enseñarle sobre las partes de una planta.

Florinda empezó explicando que la parte más inferior de una planta es la raíz. Las raíces, dijo, son como los pies de la planta, que la mantienen firme en el suelo y absorben agua y nutrientes.

Luego, Florinda señaló su tallo, que es como el tronco de un árbol. Explicó que el tallo es como la columna vertebral de la planta, que le da soporte y transporta agua y nutrientes desde las raíces hasta las hojas.

Florinda luego señaló sus hojas verdes. Dijo que las hojas son como la cocina de la planta, donde se produce la comida a través de un proceso llamado fotosíntesis utilizando la luz solar.

Florinda entonces mostró sus hermosas flores. Explicó que las flores son como la fábrica de bebés de la planta, donde se producen las semillas que pueden crecer para convertirse en nuevas plantas.

Finalmente, Florinda habló sobre sus frutos, que contienen las semillas. Dijo que los frutos son como el regalo de la planta al mundo, proporcionando alimento para los animales y las personas, y ayudando a dispersar las semillas.

Jaime escuchó atentamente cada palabra, asombrado por todo lo que estaba aprendiendo. A partir de ese día, Jaime desarrolló un profundo respeto y aprecio por todas las plantas y su papel en la naturaleza.

Con el tiempo, Jaime se convirtió en un joven jardinero, cuidando amorosamente de cada planta en el jardín mágico y compartiendo su conocimiento con otros. Su curiosidad lo llevó a una vida de aprendizaje y crecimiento, al igual que las plantas que tanto amaba.

Y así, en ese jardín mágico, la historia de Jaime y Florinda sigue floreciendo, recordándonos a todos la belleza y la importancia de cada parte de una planta.