En el colegio Villahermosa, un grupo de niños comenzó una aventura llena de magia, aprendizaje y amistad. Estaban emocionados por explorar y aprender más sobre el mundo que les rodeaba.

No estaban solos en esta aventura. Tenían a su maestra, la querida Estrada Yessi, que no solo les enseñaba diversas materias, sino también les guiaba con amor y paciencia.

En el colegio, todos eran miembros de la comunidad de Misioneros de Jesús Crucificado. Esta comunidad enseñaba valores de amor, respeto y ayuda mutua, ayudando a los niños a ser mejores personas.

Durante sus años en el colegio, los niños vivieron muchos momentos inolvidables. Crearon hermosos proyectos de arte, participaron en obras de teatro, y aprendieron a usar las computadoras para crear cosas increíbles.

Finalmente, llegó el día de la graduación. Los niños estaban emocionados y un poco nerviosos, pero sabían que estaban listos para el siguiente paso en su aventura.

Con sus trajes y vestidos, subieron al escenario para recibir sus diplomas. Estrada Yessi los miraba con orgullo, sabiendo que habían crecido mucho y estaban listos para enfrentar nuevos desafíos.

Aunque la aventura en el Colegio Villahermosa había llegado a su fin, una nueva comenzaba. Los niños sabían que siempre llevarían consigo los recuerdos y las enseñanzas de su tiempo en el colegio.

Con sus corazones llenos de esperanza y sus mentes listas para aprender, estaban preparados para enfrentar el futuro y todas las maravillas que este les traería. Los niños del Colegio Villahermosa siempre recordarían su tiempo allí con cariño.