El Búho Sabio y la Escuela de Todos

    By nathaly murillo

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    16 Feb, 2025

    En un bosque lleno de árboles altos y flores de muchos colores, vivía un búho sabio llamado Don Sabino. Él pasaba las noches observando las estrellas y los días escuchando a los animales.

    Siempre decía que el conocimiento era la luz que guiaba a todos en la vida.

    Un día, la ardilla Tina y el conejo Bruno encontraron un viejo libro bajo un árbol. Estaba lleno de historias sobre el mundo, sobre cómo las personas aprendían y crecían con la educación.

    Curiosos, fueron a ver a Don Sabino. —Don Sabino, ¿por qué es importante aprender?

    —preguntó Tina. —Porque la educación es un derecho de todos —respondió el búho—.

    Aprender nos ayuda a comprender el mundo y a ser mejores cada día.

    —Pero… ¿qué hay de la educación religiosa? —preguntó Bruno.

    Don Sabino sonrió y les explicó: —Desde hace mucho tiempo, la Iglesia Católica ha trabajado por la educación, ayudando a las personas a descubrir su propósito en la vida.

    Pero la educación religiosa no es solo para creyentes, sino para todos. Nos enseña valores como el respeto, la libertad y la tolerancia.

    Tina y Bruno se miraron con sorpresa.

    —¿Entonces no es solo para rezar? —preguntó Tina.

    —No, pequeños —dijo Don Sabino—. La educación religiosa también nos ayuda a reflexionar sobre la vida, la ética y la convivencia.

    No es una catequesis, sino una asignatura obligatoria que nos invita a pensar y a ser críticos. Además, tiene un enfoque educativo, cultural y científico.

    Los animalitos se emocionaron al saber que aprender sobre estos temas les ayudaría a convivir mejor con los demás.

    —¡Eso significa que la educación religiosa fomenta la diversidad! —dijo Bruno.

    —Exactamente —afirmó Don Sabino—. En una escuela donde todos aprendemos a respetarnos, hay un ambiente de armonía y paz.

    Desde aquel día, Tina y Bruno compartieron con los demás animales la importancia de la educación.

    Entendieron que aprender no solo les ayudaría a ellos, sino a toda la comunidad a crecer con valores y respeto.

    Y así, en aquel bosque lleno de vida, la sabiduría de Don Sabino iluminó a todos con el conocimiento y el amor por el aprendizaje.

    *Moraleja:* La educación es un derecho de todos y nos ayuda a crecer como personas.

    La educación religiosa no solo habla de religión, sino que fomenta el respeto, el pensamiento crítico y la convivencia en un mundo diverso.

    El Búho Sabio y la Escuela de Todos

    En un bosque lleno de árboles altos y flores de muchos colores, vivía un búho sabio llamado Don Sabino. Él pasaba las noches observando las estrellas y los días escuchando a los animales. Siempre decía que el conocimiento era la luz que guiaba a todos en la vida.
    Un día, la ardilla Tina y el conejo Bruno encontraron un viejo libro bajo un árbol. Estaba lleno de historias sobre el mundo, sobre cómo las personas aprendían y crecían con la educación. Curiosos, fueron a ver a Don Sabino. —Don Sabino, ¿por qué es importante aprender? —preguntó Tina. —Porque la educación es un derecho de todos —respondió el búho—. Aprender nos ayuda a comprender el mundo y a ser mejores cada día.
    —Pero… ¿qué hay de la educación religiosa? —preguntó Bruno. Don Sabino sonrió y les explicó: —Desde hace mucho tiempo, la Iglesia Católica ha trabajado por la educación, ayudando a las personas a descubrir su propósito en la vida. Pero la educación religiosa no es solo para creyentes, sino para todos. Nos enseña valores como el respeto, la libertad y la tolerancia. Tina y Bruno se miraron con sorpresa.
    —¿Entonces no es solo para rezar? —preguntó Tina. —No, pequeños —dijo Don Sabino—. La educación religiosa también nos ayuda a reflexionar sobre la vida, la ética y la convivencia. No es una catequesis, sino una asignatura obligatoria que nos invita a pensar y a ser críticos. Además, tiene un enfoque educativo, cultural y científico. Los animalitos se emocionaron al saber que aprender sobre estos temas les ayudaría a convivir mejor con los demás.
    —¡Eso significa que la educación religiosa fomenta la diversidad! —dijo Bruno. —Exactamente —afirmó Don Sabino—. En una escuela donde todos aprendemos a respetarnos, hay un ambiente de armonía y paz.
    Desde aquel día, Tina y Bruno compartieron con los demás animales la importancia de la educación. Entendieron que aprender no solo les ayudaría a ellos, sino a toda la comunidad a crecer con valores y respeto.
    Y así, en aquel bosque lleno de vida, la sabiduría de Don Sabino iluminó a todos con el conocimiento y el amor por el aprendizaje. *Moraleja:* La educación es un derecho de todos y nos ayuda a crecer como personas. La educación religiosa no solo habla de religión, sino que fomenta el respeto, el pensamiento crítico y la convivencia en un mundo diverso.