
La Caída de los Ángeles Caídos
By edwinn fernando teatino cruz

18 Mar, 2024

Rafael, un ángel caído, se encontraba en la cima de una montaña, contemplando el cielo estrellado. Su corazón anhelaba regresar al cielo, ser perdonado por sus pecados pasados.

Gabriel, otro ángel caído, se unió a Rafael. Ambos compartían la misma misión, redimirse y regresar a su hogar celestial.

Juntos, emprendieron el viaje lleno de obstáculos. Cada paso que daban, cada decisión que tomaban, demostraba su lealtad y determinación.

A lo largo del camino, se enfrentaron a numerosos desafíos. Pero la fe y la esperanza en sus corazones nunca se desvanecieron.

Enfrentaron peligros y tentaciones, pero nunca se desviaron de su camino. Estaban decididos a probar su valía y recuperar su honor.

A pesar de los obstáculos, nunca perdieron la esperanza. Su fe en la redención era inquebrantable. Cada desafío los hacía más fuertes, más decididos.

Finalmente, llegaron a la cima de la montaña. Ante ellos se abrió un portal celestial, brillante y resplandeciente, el camino de regreso a casa.

Rafael y Gabriel se miraron, sus rostros reflejaban una mezcla de alivio y esperanza. Habían superado todas las pruebas, habían demostrado su lealtad.

Con el corazón lleno de esperanza, entraron al portal. Estaban listos para enfrentar su destino, para regresar a casa.

Mientras cruzaban el portal, sintieron una sensación de paz y felicidad. Sabían que habían sido redimidos, que habían recuperado su honor.

Al otro lado del portal, fueron recibidos con brazos abiertos. Habían vuelto a casa, habían regresado al cielo.

Rafael y Gabriel, los ángeles caídos, habían redimido sus pecados. Habían demostrado su valía y habían recuperado su honor.