
Las Almas Gemelas de Apolo
By Betzabe

11 Aug, 2023

Nuestra historia comienza en el Campamento Mestizo, donde la vida de una semidiosa está a punto de cambiar para siempre. Lucía Jackson, hasta entonces una campista más, ignoraba completamente que su vida estaba a punto de tomar un giro inesperado.

Lucía era hija de Poseidón, al igual que su hermano gemelo Percy. Pero a pesar de compartir padre divino, Lucía siempre se sintió única. No sabía que esta sensación de singularidad pronto cobraría un nuevo significado.

Un día, mientras entrenaba con su espada en la arena, la luz del sol brilló intensamente, obstruyendo su visión. Cuando la luz desapareció, frente a ella apareció Apolo, el dios del sol.

Apolo se dirigió a Lucía y reveló una profecía que cambiaría su vida para siempre. Habló de almas gemelas: cómo una luz brillaría en la oscuridad, señalando el camino a su otra mitad.

Lucía no entendía qué quería decir Apolo con eso de las almas gemelas, pero antes de que pudiera preguntar, el dios del sol desapareció en un estallido de luz dorada.

Buscando respuestas, Lucía decidió abrirse a Percy. Le contó sobre la profecía y su encuentro con Apolo. Sin embargo, Percy no pudo ayudarla interpretar el enigma que Apolo dejó.

Atrapada en un mar de confusiones, Lucía decidía salir a caminar por el bosque cercano al campamento. La luna brillaba en el cielo, iluminando su camino y dejando sus pensamientos en claro.

De repente, una luz brillante apareció en la oscuridad del bosque. Siguiendo su instinto, Lucía caminó hacia la luz que la llamaba, iluminando un sendero que antes estaba oculto.

El sendero la llevó a un claro donde se encontró con un joven desconocido. Él la miró con una mezcla de sorpresa y alivio, como si hubiera estado esperándola.

Los ojos del joven se arquearon al verla, y le dijo: "Finalmente te he encontrado, Alma Gemela". Con esas palabras, todo empezó a tener sentido para Lucía.

El joven se presentó como Helios, un semidiós antiguo, y explicó que había estado esperando a su alma gemela durante siglos. Describió cómo la profecía de Apolo lo había guiado hasta ella.

Lucía se sintió abrumada, pero también intrigada. Se preguntaba si la profecía de Apolo estaba destinada a unirla con Helios. ¿Podría ser él su verdadero alma gemela?

Pasaron los días y Lucía seguía visitando a Helios en el claro del bosque, deseosa por descubrir la verdad de las palabras de Apolo. Mientras tanto, Helios parecía cada vez más fascinado por Lucía.

Percy comenzó a percibir los cambios en su hermana y decidió confrontarla. Cuando Lucía confesó acerca de Helios, Percy se mostró escéptico y preocupado. Sin embargo, prometió ayudar a Lucía a descubrir la verdad.

Con Percy a su lado, Lucía decidió enfrentar a Helios y pedirle explicaciones. Helios, paciente y comprensivo, respondió a todas sus preguntas, reforzando la convicción de Lucía de que eran almas gemelas.

Pero un día, mientras Lucía y Percy visitaban a Helios, una criatura monstruosa los atacó, rompiendo la calma del claro. Atrapados en una lucha por su vida, los hermanos Jackson y Helios lucharon contra la bestia.

La batalla fue intensa, pero juntos lograron derrotar a la criatura. En el calor de la batalla, Lucía encontró un vínculo aún más profundo con Helios, fortaleciendo su creencia en la profecía de Apolo.

Lucía regresó al campamento con Percy, convencida de que Helios era su alma gemela. Aun así, decidió guardar el secreto, temiendo la reacción de los demás semidioses si se enteraban de la verdad.

Mientras tanto, Apolo observaba todo desde su trono en el Olimpo. Parecía satisfecho con los acontecimientos, pero un aire de misterio aún rodeaba a la profecía que había revelado a Lucía.

Finalmente, el día llegó cuando Lucía decidió revelar su secreto al campamento. Con Percy a su lado y Helios detrás de ella, contó su historia y la profecía de Apolo.

La noticia causó un alboroto en el campamento. Algunos semidioses se mostraron escépticos, otros curiosos. Pero todos tenían preguntas, buscando comprender cómo una profecía tan antigua podía afectarles.

Durante las siguientes semanas, Lucía y Helios se convirtieron en el centro de atención. A pesar de la incertidumbre, ambos se mantuvieron unidos, fortaleciendo su vínculo en cada encuentro.

Eventualmente, el campamento comenzó a aceptar la realidad de la profecía. La presencia de Helios se volvió cotidiana y la fuerza de Lucía inspiró a los demás semidioses a confiar en ella.

Lucía y Helios continuaron su viaje juntos, enfrentando los desafíos que vinieran. La profecía de Apolo los había unido, y parecía que nada podría romper su vínculo.

Pero en la quietud del Olimpo, Apolo miraba con una sonrisa. Había predicho el encuentro de Lucía y Helios, pero la verdadera prueba aún estaba por venir.

Finalmente, Lucía entendía lo que Apolo había dicho. Ella había encontrado a su alma gemela en Helios, encontrando en él luz en la oscuridad. Además, se había descubierto a sí misma en el proceso.

Al final, la profecía de Apolo resultó ser más que una simple predicción, fue una guía para Lucía, llevándola hacia su verdadera esencia y mostrándole a Helios en el proceso.

Y así Lucía, la hermana gemela de Percy Jackson, la hija de Poseidón, la elegida por Apolo, encontró su alma gemela en Helios, un semidiós antiguo, marcando el inicio de su propia leyenda.