
The Albino Triton
By haijtaj

04 Sep, 2023

Zhenya era un tritón albino hermoso, su rareza era el centro de atracción de pecera grande donde vivía. Se sentía feliz, confortado y, bien cuidado. Su dueño, Leslie Jone, un rico heredero, lo consideraba su amigo más íntimo.

Zhenya amaba a Leslie, y Leslie también lo amaba. Pasaban horas juntos, Leslie le contaba sus secretos y Zhenya simplemente escuchaba, creando un vínculo inquebrantable.

Pero un día, Leslie llegó con una bolsa de agua. Sacó un nuevo tritón. Le llamó Querubín y lo puso en la pecera de Zhenya.

Zhenya se sintió amenazado. Su territorio, su tiempo íntimo con Leslie, estaba siendo invadido por Querubín. Además, Querubín parecía más arrogante que Zhenya, siempre provocándolo.

Querubín se apoderaba de los juguetes de Zhenya y los destrozaba. A Leslie le parecía adorable, pensando que era la forma de interactuar entre los tritones.

Querubín, además, se acercaba a Leslie de una manera que Zhenya percibía como insinuaciones. Esto lastimaba a Zhenya, quien amaba a Leslie profundamente.

A veces, cuando Leslie no venía a visitarlo, pero en cambio venía el hermano de Leslie, Querubín se volvía más arrogante y salvaje con Zhenya, casi como luchando por más atención.

Zhenya, herido y molesto, empezó a hacer ruidos por las noches para fastidiar a Querubín mientras este trataba de dormir. Aquello se sumaba a su creciente rivalidad.

Las constantes peleas entre Zhenya y Querubín no parecían preocupar a Leslie. Pensaba que eran juegos de tritones y no le prestaba atención.

Llegó a un punto donde Zhenya no podía soportarlo más, así que decidió plantarle cara a Querubín. No podía permitir que este tritón le quitara lo que más quería, a Leslie.

Un día, cuando Leslie se fue, Zhenya se enfrentó a Querubín. Se retaron por el territorio de la pecera, por la atención de Leslie.

Observaron el uno al otro, listos para la confrontación. Les separaban ideales distintos, uno defendía su hogar de toda la vida y el otro su recién adquirido territorio.

Querubín se lanzó primero, tratando de embestir a Zhenya. Pero Zhenya, más ágil debido a su tamaño menor, pudo esquivarlo.

Zhenya, a pesar de su apariencia delicada, era fuerte y valiente. No se dejaba intimidar por el tamaño de Querubín y se defendió con determinación.

La lucha continuó durante un buen rato. Los dos tritones se defendían y atacaban con igual tenacidad, sin ceder ante el otro.

Finalmente, Zhenya tuvo la oportunidad de moverse rápido y empujar a Querubín contra una de las rocas de la pecera. Querubín quedó aturdido.

Zhenya nadó hasta Querubín, acercándose a él triunfante pero cauteloso. Querubín miró a Zhenya, reconociendo su derrota.

Cuando Leslie regresó, encontró a sus tritones tranquilos. No tenía idea de la batalla que había ocurrido, pero notó que Zhenya parecía más calmado.

De ese día en adelante, Querubín y Zhenya coexistieron en paz. Ambos habían aprendido a respetarse y a compartir el espacio y la atención de Leslie.

Zhenya recuperó su tiempo íntimo con Leslie, quien empezó a notar una diferencia en la actitud de sus tritones. Creía que se habían vuelto amigos.

Querubín cambiando su actitud prepotente, empezó a respetar a Zhenya. Incluso dejó de destrozar los juguetes de Zhenya, reconociendo que también eran importantes para él.

Leslie, observaba todo esto con una sonrisa en su rostro. Estaba encantado con sus dos tritones y su nueva dinámica de convivencia en la pecera.

Zhenya y Querubín, aunque diferentes, habían encontrado una forma de estar juntos, de compartir su espacio y su dueño sin rencores.

En medio de todo esto, Leslie estaba feliz. Sus tritones coexistían pacíficamente, y él podía pasar tiempo con ambos. Amaba a sus tritones, y ellos lo amaban a él.

Zhenya y Querubín, una vez rivales, ahora eran compañeros de pecera, demostrando que incluso las criaturas más diferentes pueden aprender a convivir en armonía.

A pesar de la rivalidad y los tiempos difíciles, Zhenya y Querubín habían aprendido lo que realmente signifcaba ser un tritón - respetar a los demás y compartir su amor con su dueño.