
The Legend of the Mona Bruja
By Fabiana

24 Oct, 2023

En un pequeño pueblo en las profundidades de América Central, vivía un joven llamado Mateo. Era conocido por su valentía y su curiosidad insaciable.

Mateo había crecido escuchando la leyenda de las monas brujas, criaturas temibles que acechaban en los árboles durante la noche.

A pesar del miedo que sembraban, Mateo se sintió atraído por estas criaturas y decidió aprender más sobre ellas.

Su búsqueda lo llevó a la anciana del pueblo, Doña Rosa, quien supuestamente había tenido un encuentro con una mona bruja en su juventud.

Doña Rosa compartió su aterradora historia. Habló de cómo la mona bruja se desplazaba entre los árboles con una velocidad vertiginosa, su risa escalofriante resonando en la noche.

A pesar del miedo que la historia de Doña Rosa sembró en él, Mateo no se desanimó. Decidió que debía encontrar a una de estas criaturas y descubrir la verdad.

Con un machete en mano y una linterna en la otra, Mateo se aventuró en la espesura de la selva, guiado por la luz de la luna.

Pasó horas explorando, sus oídos atentos a cualquier sonido fuera de lo común. El silencio se rompió con una risa escalofriante que retumbó en el aire.

No muy lejos, vio a una criatura en un árbol, sus ojos brillaban en la oscuridad. Era una mona bruja, tal como Doña Rosa la había descrito.

La mona bruja se abalanzó sobre Mateo, pero él estaba preparado. Sacudió su machete en el aire, intentando mantener a la criatura a raya.

Mateo entonces recordó las palabras de Doña Rosa sobre las oraciones indígenas. Comenzó a recitarlas en voz alta, esperando que tuvieran algún efecto.

La mona bruja se detuvo en seco, sus ojos se ensancharon y luego desapareció en la oscuridad de la selva. Mateo respiró aliviado, había logrado su objetivo.

Con la satisfacción de haber enfrentado a la mona bruja y haber sobrevivido, Mateo regresó a su pueblo. Su curiosidad había sido satisfecha, y había aprendido una valiosa lección.

En lo sucesivo, Mateo usó su experiencia para enseñar a los otros jóvenes del pueblo sobre las monas brujas, compartiendo tanto la leyenda como las maneras de protegerse.

Aunque las monas brujas siguieron siendo una amenaza, el pueblo estaba mejor preparado gracias a Mateo. La leyenda de las monas brujas y el valiente Mateo se transmitió de generación en generación.