
El Bosque de los Susurros
By Graciela Elena

26 May, 2024

En el borde de este bosque vivía una niña llamada Elara. Tenía cabellos oscuros como la noche y ojos brillantes como estrellas. Desde pequeña, Elara había sentido una conexión especial con el bosque.

Un día, mientras exploraba cerca del límite del bosque, Elara encontró una vieja llave de bronce semioculta entre las raíces de un roble. La llave era pequeña pero pesada, con extraños símbolos grabados en su superficie.

Esa noche, los susurros del bosque fueron más fuertes que nunca. Elara, incapaz de resistir su curiosidad, decidió adentrarse en el bosque bajo la luz de la luna.

Caminó siguiendo los susurros, que parecían guiarla hacia un claro oculto. En el centro del claro, encontró una puerta antigua, cubierta de musgo y enredaderas.

Elara sacó la llave de su bolsillo, y con manos temblorosas, la introdujo en la cerradura. La puerta se abrió con un crujido, revelando un sendero iluminado por una suave luz dorada.

Sin dudarlo, Elara cruzó el umbral. Al otro lado, encontró un mundo maravilloso. El bosque estaba lleno de criaturas mágicas: hadas que brillaban como luciérnagas, unicornios de crines plateadas, y árboles que hablaban en lenguas antiguas.

Pero lo más asombroso de todo era un gran roble en el centro del claro, con una figura esculpida en su tronco. Era un espíritu del bosque, el guardián de todos los susurros.

El espíritu se dirigió a Elara con una voz profunda y melodiosa. 'Bienvenida, Elara. Has sido elegida para ser la protectora de este bosque. Tu corazón puro y tu valentía han abierto la puerta a este reino mágico. A partir de hoy, serás nuestra aliada y guardiana.'

Elara aceptó su destino con alegría y responsabilidad. Pasó años aprendiendo de los espíritus del bosque, protegiendo sus secretos y asegurando que el equilibrio mágico se mantuviera.

Bajo su cuidado, el Bosque de los Susurros floreció, y los aldeanos comenzaron a perder su miedo, acercándose para escuchar las historias y aprender de la sabiduría antigua.

Y así, Elara se convirtió en una leyenda. La niña que escuchó los susurros y descubrió un mundo mágico.

Convirtiéndose en la guardiana del Bosque de los Susurros para siempre.