Procne era la hija más querida del rey Pandión de Atenas. Su belleza era conocida en todo el reino, y su ingenio y bondad le ganaban el amor de todos los que la conocían.

Estaba casada con Tereo, un valiente guerrero y aliado de su padre. Tereo era un hombre de gran tamaño y fuerza, conocido por su valentía en el campo de batalla.

Un día, Procne le pidió a Tereo que trajera a su hermana Filomela de Atenas para visitarla en Tracia. Filomela era tan bella como Procne, pero más reservada y soñadora.

Tereo accedió a la petición de su esposa y viajó a Atenas para traer a Filomela. Pero al verla, se enamoró perdidamente de ella y la raptó, llevándola a una cabaña en el bosque.

En la cabaña, Tereo cometió atrocidades inimaginables contra Filomela. Para evitar que ella lo denunciara, le cortó la lengua y la encerró en la cabaña.

Mintiendo a Procne, Tereo le dijo que Filomela había muerto en un accidente. La tristeza de Procne era inmensa, y le pidió a Tereo que le trajera el cuerpo de su hermana para darle una digna sepultura. Tereo, en un intento por ocultar su crimen, le entregó a Procne un ataúd cerrado, alegando que contenía los restos de Filomela.

Mientras tanto, Filomela, encerrada en la cabaña, se negó a aceptar su destino. A pesar de no poder hablar, encontró una manera de comunicarse tejiendo un tapiz. En él, representó su historia con símbolos, mostrando su sufrimiento y la traición de Tereo.

Filomela logró enviar el tapiz a Procne a través de una sirvienta. Cuando Procne lo vio, comprendió de inmediato el mensaje de su hermana. La tristeza se convirtió en ira y determinación. Sabía que debía liberar a su hermana y hacer justicia.

Llena de coraje, Procne se dirigió a la cabaña en el bosque donde Tereo había encerrado a Filomela. Logró liberar a su hermana y juntas, decidieron planear una venganza contra Tereo, que pagaría por su crueldad y engaño.

Procne y Filomela llevaron a cabo su venganza, haciendo pagar a Tereo por sus crímenes. A pesar del dolor y el sufrimiento, las hermanas se apoyaron mutuamente, demostrando su fortaleza y amor incondicional. La historia de Procne y Filomela es un recordatorio de la fuerza que puede surgir incluso en las circunstancias más difíciles.