
El pequeño dragón que quería volar
By Carlos

27 Jun, 2023

En el corazón de una montaña llena de espléndidos paisajes y cavernas misteriosas, vivía Lily, que era amiga de un pequeño dragón llamado Draco. Draco era un dragón de escamas rojas, ojos brillantes y un corazón lleno de bondad.

Pero Draco tenía un problema: le temía a volar. A diferencia de los demás dragones, no se sentía a gusto en el cielo, ganando altitud y surcando las nubes.

Sus padres intentaron enseñarle, llenos de paciencia y amor, pero cada vez que Draco intentaba despegar, el miedo lo invadía y se negaba a abrir sus alas.

La situación se volvió aún más difícil cuando comenzó a ir a la escuela. Todos los demás dragones más pequeños podían volar, y los que no lo hacían aún, estaban emocionados por aprender.

Cada día, Draco veía a sus compañeros volar y jugar en el cielo, sintiéndose más aislado. Se sentía avergonzado y triste por no unirse a ellos.

Pero no todo estaba perdido, Draco tenía dos amigos, Pyro y Gale, que siempre estaban a su lado. Pyro, un dragón azul, era valiente y aventurero, mientras que Gale, un dragón verde, era inteligente y comprensivo.

Ambos comprendían el miedo de Draco y estaban decididos a ayudarlo a superarlo. Así que empezaron a pensar en maneras de hacer que Draco venciera su miedo a volar.

Decidieron comenzar despacio, llevando a Draco a las cimas más altas de la montaña, mostrándole lo hermoso que podía ser el mundo desde las alturas.

Luego, Pyro y Gale comenzaron a preparar despegues y aterrizajes suaves para que Draco se familiarizara con la sensación y la mecánica de volar.

Cada vez, Pyro y Gale demostraban mucho cariño y paciencia con Draco, acompáñándolo paso a paso en este viaje de superación personal.

Draco comenzó a darse cuenta de que, aunque volar aún le daba miedo, realmente quería ser capaz de hacerlo. Anhelaba ver el mundo desde el cielo, como sus amigos.

Inspirado por el aliento de sus amigos, decidió enfrentar su miedo. Empezó a practicar despegues y aterrizajes, primero en terrenos bajos, luego en colinas más altas.

Cada vez que Draco tenía miedo, Pyro y Gale le recordaban lo fuerte y capaz que era. Le contaban historias de grandes dragones que tuvieron que superar sus miedos para lograr cosas increíbles.

Gradualmente, Draco se sentía más y más cómodo con la idea de volar. Comenzó a dar pequeños saltos y planeó brevemente antes de tocar el suelo.

Un día, Pyro y Gale llevaron a Draco a la cima de la montaña más alta. Arriba, donde las nubes rozaban las cimas, donde el cielo parecía tan cerca y tan lejano al mismo tiempo.

Fue cuando Draco decidió que era el momento. Iba a volar. Se paró en la cima de la montaña, miró el cielo azul, y... saltó.

Por un momento, sintió el miedo correr por su cuerpo, pero lo dejó pasar. Extendió sus alas, cerró los ojos y permitió que el viento lo levantara.

Cuando abrió los ojos, estaba volando. Sus alas se movían con elegancia y fuerza, sus amigos volaban a su lado. Levantó la vista y vio el mundo desde las alturas.

Los árboles, los ríos, las montañas, todo parecía tan pequeño y tan vasto a la vez. Sintió una sensación de libertad y felicidad que nunca antes había experimentado.

Durante los días siguientes, Draco disfrutó volando con sus amigos, explorando el cielo y el mundo desde una nueva perspectiva. Ya no tenía miedo, había conquistado su miedo.

Draco había aprendido que a veces, es normal tener miedo. Pero con valor, paciencia y la ayuda de buenos amigos, es posible superar cualquier obstáculo.

Ahora, si pasas por esa montaña y miras al cielo, podrás ver un pequeño dragón de escamas rojas. Vuela alto y libre, sin miedo, con sus amigos Pyro y Gale.

No olvides la historia de Draco, el pequeño dragón que tenía miedo a volar. Recuerda que, aún en los momentos más oscuros, siempre hay maneras de enfrentar nuestros miedos y vencerlos.

Esos desafíos que parecen demasiado grandes para superar, esos miedos que parecen engullirnos, pueden ser vencidos con valor, paciencia y especialmente con la ayuda de buenos amigos.

Y si alguna vez te encuentras luchando contra tus propios miedos, recuerda a Draco. Recuerda que con valor, apoyo y un poco de persistencia, alcanzarás las alturas que te propones.