La Tunda y los valores de la amistad

    By Mariana Ulloa Espinoza

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    13 Nov, 2023

    En la ciudad de Esmeraldas, en un bosque lleno de árboles y animales, se encontraba una casita humilde. Allí vivían varios niños, llenos de alegría y energía.

    En la espesura del bosque, vivía la Tunda, un ser mítico que los niños veían con cierto temor y respeto.

    Un día, la Tunda decidió visitar a los niños, para compartir con ellos un mensaje importante.

    Al ver a la Tunda, los niños se asustaron al principio, pero ella con su voz suave y calmada, logró que se tranquilizaran.

    La Tunda les dijo: "Quiero enseñarles los valores de la amistad, el respeto y la bondad".

    Los niños, curiosos, decidieron escuchar a la Tunda, quien comenzó su enseñanza con una historia.

    Habló de dos animales del bosque, un conejo y un ciervo, que a pesar de sus diferencias, se hicieron amigos.

    "El ciervo era grande y fuerte, y el conejo pequeño y ágil", comenzó la Tunda.

    "El ciervo siempre respetaba al conejo, y el conejo siempre mostraba bondad hacia el ciervo. Juntos, se ayudaban y protegían".

    Los niños escuchaban atentamente, fascinados por la historia.

    "A pesar de sus diferencias, el conejo y el ciervo se respetaban mutuamente. Eso es lo que hace una verdadera amistad", concluyó la Tunda.

    Los niños comprendieron el mensaje, y prometieron aplicar los valores de la amistad, el respeto y la bondad en su vida diaria.

    A partir de ese día, los niños empezaron a tratar con más respeto y bondad a los animales del bosque, e incluso entre ellos mismos.

    La Tunda, satisfecha con el cambio en los niños, decidió visitarlos más a menudo para compartir más enseñanzas.

    Los niños, por su parte, siempre esperaban con entusiasmo las visitas de la Tunda, deseosos de aprender más.

    Con el tiempo, los niños se volvieron más amables, respetuosos y considerados, gracias a las enseñanzas de la Tunda.

    Los animales del bosque también notaron el cambio en los niños y comenzaron a acercarse a la casita humilde, formando un hermoso vínculo con ellos.

    La Tunda, satisfecha con el progreso de los niños, decidió que era hora de partir.

    Antes de irse, la Tunda les recordó a los niños la importancia de mantener los valores de la amistad, el respeto y la bondad.

    Los niños, agradecidos, prometieron a la Tunda que siempre mantendrían estos valores en sus corazones.

    Con una sonrisa en su rostro, la Tunda se despidió de los niños y desapareció en la espesura del bosque.

    two young girls dressed in renaissance clothing standing in a forest together, both wearing long black hair and blue bows

    Y así, la casita humilde en el bosque de Esmeraldas, Ecuador, se convirtió en un lugar lleno de amor, respeto y amistad.

    Los niños, a pesar de ser pequeños, entendieron la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y entre ellos mismos.

    Y aunque la Tunda ya no estaba físicamente con ellos, su enseñanza vivía en los corazones de los niños y en cada rincón del bosque.

    Los niños siguieron compartiendo las enseñanzas de la Tunda con todos los que llegaban a la casita humilde, extendiendo así los valores de la amistad, el respeto y la bondad.

    Los animales del bosque, también formaban parte de esta hermosa amistad, viviendo en armonía con los niños, en un ambiente lleno de respeto y bondad.

    La historia de la Tunda y los niños se convirtió en una leyenda en la ciudad de Esmeraldas, inspirando a muchos a vivir con amabilidad, respeto y amistad.

    Y aunque la Tunda ya no estaba, su mensaje seguía vivo, recordándonos que la verdadera riqueza se encuentra en los valores que llevamos en nuestros corazones.

    three children standing on a rock in the woods looking at a lake and mountains in the background with a reflection of them

    Así, los niños de Esmeraldas, con su alegría, bondad y respeto, se convirtieron en un ejemplo para todos, demostrando que los valores son lo más importante en la vida.

    La casita humilde, rodeada de árboles y animales, se convirtió en un lugar de aprendizaje y crecimiento, donde los valores de la amistad, el respeto y la bondad eran la norma.

    La historia de la Tunda y los niños de Esmeraldas es un hermoso recordatorio de que la amistad, el respeto y la bondad son valores que todos debemos practicar.

    Y aunque la Tunda ya no está, su mensaje perdura, recordándonos que los valores son la verdadera riqueza de la vida.

    Así, en la ciudad de Esmeraldas, en una casita humilde en medio del bosque, los niños continuaron viviendo con amistad, respeto y bondad, manteniendo viva la enseñanza de la Tunda.

    Y aunque la Tunda ya no estaba, su mensaje de amistad, respeto y bondad seguía resonando en cada rincón del bosque, en cada risa de los niños y en cada latido de la ciudad de Esmeraldas.

    La Tunda y los valores de la amistad