
Forbidden Love
By Marelis

08 Sep, 2023

En el reino celestial, se encontraba la princesa Celestia, hija del gran Dios. Era una deidad de delicada belleza, con ojos brillantes como las estrellas y cabellos dorados como los rayos del sol.

En el inframundo, residía el príncipe Marcus, hijo del gran diablo. Su apariencia era igualmente deslumbrante, pero llevaba las marcas de su mundo infernal. Sus cabellos eran tan oscuros como la noche.

Ambos príncipes se encontraron en el reino mortal, un lugar donde los seres divinos y demoníacos podían coexistir. En ese momento, se sintieron atraídos el uno por el otro casi inmediatamente.

Celestia y Marcus, a pesar de ser de mundos distintos, se enamoraron. Sin embargo, sus padres se opusieron a este amor debido a sus diferencias. La noticia del amor de sus hijos les llegó como un choque.

Ambos fueron separados por sus padres, con la esperanza de que su amor se desvaneciera. Pero la separación solo intensificó sus sentimientos y aumentó su ansia por estar juntos.

Celestia, decidida a luchar por su amor, decidió enfrentarse a su padre. Le rogaría que reconsiderara sus acciones y permitiera que su amor por Marcus floreciera.

En el otro lado, Marcus también decidió tomar la misma acción. A pesar de su naturaleza rebelde, le imploró a su padre que les permitiera a él y a Celestia estar juntos.

Ambos padres no estaban dispuestos a ceder. Creían que la unión de sus hijos traería caos y destrucción a sus reinos, dadas sus innatas diferencias.

La presión se volvió insufrible para Celestia y Marcus. Pero en lugar de disuadirlos, esto solo fortaleció su amor y determinación.

Desesperados por estar juntos, Celestia y Marcus crearon un plan. Se escaparían de sus reinos y establecerían su hogar en el reino mortal, donde podrían estar juntos.

Realizaron su plan. En medio de la noche, Celestia abandonó el reino celestial y Marcus dejó el inframundo. Ambos llegaron al reino mortal, finalmente libres para amarse.

En el reino mortal, encontraron refugio en una pequeña cabaña en medio de un tranquilo bosque. Allí, Celestia y Marcus vivieron en paz, lejos de los ojos críticos de sus padres.

La noticia de su fuga llegó a los oídos de ambos padres. Aunque enfurecidos, no pudieron hacer nada. El reino mortal era un lugar neutral, fuera de su control.

En el reino mortal, Celestia y Marcus vivieron con alegría y juntos enfrentaron los desafíos de la vida mortal. Con cada desafío, su amor crecía aún más fuerte.

A medida que pasaba el tiempo, Celestia y Marcus comenzaron a añorar a sus familias. Aún a pesar de las diferencias, eran sus padres. La añoranza de sus hogares comenzó a pesar sobre ellos.

Al igual que el amor, la soledad también tiene su propio peso. Celestia y Marcus, aunque estaban juntos, sentían la ausencia de sus hogares y familias. Empezaron a sentirse solitarios en su felicidad.

A pesar de esta tristeza, no se arrepintieron de su decisión. Sí, echaban de menos a sus familias, pero el amor que compartían era algo que nunca cambiarían.

Los padres de Celestia y Marcus, aunque estaban molestos con sus hijos, también sentían su ausencia. A pesar de todo, aún los amaban y deseaban su felicidad.

Un día, los padres de ambos decidieron hacer una visita a sus hijos en el reino mortal. Querían ver cómo estaban viviendo y si estaban felices con su decisión.

Al llegar al hogar de Celestia y Marcus, se sorprendieron al encontrar una morada llena de amor y felicidad. Fue entonces cuando comprendieron el amor incondicional que sus hijos compartían.

Observando la vida que habían creado, los padres se sintieron emocionados. Si bien al principio estaban en contra de su amor, ahora se encontraban conmovidos ante la devoción y el amor que se tenían.

Finalmente, los padres de Celestia y Marcus dieron su bendición a su amor. Entendieron que el amor, a pesar de las diferencias, puede unir incluso los mundos más dispares.

Celestia y Marcus, ahora con la bendición de sus padres, sintieron una alegría indescriptible. Su lucha por el amor había valido la pena, y finalmente, estaban en paz.

Desde entonces, Celestia y Marcus vivieron en el reino mortal con amor y paz. Aún a pesar de las diferencias y dificultades, su amor perduró, demostrando que el amor siempre conquista.

La historia de Celestia y Marcus dejó una enseñanza en los reinos celestial e infernal. A pesar de las diferencias, el amor puede florecer y unir corazones, sin importar de dónde vengan.