
The Dark Secret of Eris
By rossjenn509

27 Oct, 2023

Eris siempre había sido una chica misteriosa. Su belleza deslumbrante y su personalidad tranquila la hacían destacarse en el pueblo burgués. Pero había algo en ella que parecía ser sacado de un libro de Edgar Allan Poe.

Zoé, su amiga más cercana, era la única que notaba su extraño comportamiento. Zoé, con su curiosidad insaciable, quería descubrir el secreto de Eris.

Eris, a menudo, desaparecía durante horas sin dar explicaciones. Esto sólo incrementaba la intriga de Zoé. Finalmente, decidió seguir a Eris una noche.

Eris se adentró en el bosque, donde Zoé la vio junto a un grupo de personas vestidas con túnicas negras. Estaban reunidos alrededor de una fogata, parecían estar realizando algún tipo de ritual.

Zoé se escondió entre los arbustos, observando con horror. Lo que estaba presenciando era más allá de lo que podía comprender. Eris formaba parte de un culto.

En el centro del círculo, había una estatua de un hombre alto y delgado. Eris se arrodilló ante la estatua, parecía rendirle tributo. Zoé sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

Cuando volvió al pueblo, Zoé no sabía qué hacer. ¿Debía confrontar a Eris? ¿Debía decirle a alguien más sobre lo que había visto? Estaba aterrada y confundida.

Al día siguiente, Zoé decidió hablar con Eris. Pero cuando llegó a su casa, Eris había desaparecido. Nadie sabía nada de ella, sus padres decían que estaba enferma

Los días pasaron, y Eris no regresó. Zoé estaba desesperada. Sabía que el culto tenía algo que ver con su desaparición, pero no tenía pruebas.

Zoé decidió adentrarse en el bosque una vez más, esta vez para buscar pistas sobre la desaparición de Eris. Pero lo que encontró fue mucho más aterrador.

En el lugar donde se había realizado el ritual, encontró la estatua del hombre delgado. Pero esta vez, la estatua tenía el rostro de Eris. Zoé cayó de rodillas, horrorizada.

El secreto de Eris, su perturbadora desaparición, el culto en el bosque... Zoé se dio cuenta de que todo estaba conectado. Y ahora, era demasiado tarde para ayudar a Eris.

Zoé regresó al pueblo, con el corazón pesado. No podía hacer nada para salvar a Eris, pero podía intentar evitar que el mismo destino le ocurriera a alguien más.

Zoé decidió contarle a la gente del pueblo sobre el culto y su conexión con la desaparición de Eris. Al principio, nadie la creyó, la tomaron por loca. Pero pronto, más personas comenzaron a desaparecer.

El miedo se apoderó del pueblo. La gente comenzó a evitar el bosque, temiendo ser la próxima víctima del culto. Zoé se convirtió en la única esperanza del pueblo.

Con el tiempo, el culto fue expuesto y sus miembros fueron llevados ante la justicia. Pero Eris nunca regresó. Su rostro permaneció en la estatua en el bosque, un recordatorio de su trágico destino.

Zoé nunca olvidó a Eris, ni el oscuro secreto que descubrió. La experiencia la cambió para siempre, y ayudó a evitar que otros compartieran el mismo destino que Eris.

A pesar del miedo y la tristeza, Zoé se mantuvo fuerte. Sabía que Eris no querría que viviera con miedo. Así que, a pesar de todo, Zoé siguió adelante, llevando consigo la memoria de su amiga.

Años después, Zoé seguía protegiendo a las personas. Aunque nunca pudo olvidar a Eris, aprendió a vivir con su ausencia. Su curiosidad, que una vez la había llevado a descubrir un oscuro secreto, ahora la mantenía alerta, protegiendo a un pueblo.

La historia de Eris y Zoé se convirtió en una leyenda en el pueblo. Una historia de amistad, curiosidad y sacrificio. Una historia que recordaba a todos el peligro de los secretos oscuros y el poder de la valentía y la amistad.

La estatua de Eris se mantuvo en el bosque, un recordatorio constante de su destino. Pero también sirvió como un símbolo de coraje, un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza puede prevalecer.

Aunque Zoé siempre llevó consigo la tristeza de perder a Eris, también llevó consigo la esperanza. Eris le enseñó a Zoé que, incluso en los peores momentos, siempre hay una luz en la oscuridad.

Zoé, a pesar de todo, nunca dejó de buscar respuestas. Continuó investigando, siempre buscando la verdad. Y a pesar de la oscuridad que había descubierto, nunca dejó que esa oscuridad la consumiera.

Eris, aunque desaparecida, nunca fue olvidada. Su historia y su memoria vivieron en Zoé y en todos los que la conocieron. Y aunque su destino fue trágico, su legado fue uno de esperanza y valentía.

El destino de Eris fue un recordatorio para todos de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza. Y Zoé, con su valentía y determinación, se convirtió en un símbolo de esa esperanza.