The Flying House

    By Storybird

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    07 Aug, 2023

    En una ciudad bulliciosa y grande, habitada por millones de personas, se encontraba una casa muy peculiar, diferente a todas las demás. Era una casa de apariencia ordinaria, pero tenía un secreto extraordinario. Esa gran casa tenía la capacidad de volar. Sí, tal como lo oyes, ¡podía volar!

    Esta casa, con sus enormes paredes de ladrillo y techo de tejas, se alzaba en el cielo como un inmenso globo aerostático. Aunque este hecho era un secreto bien guardado, pues sólo cuando la noche cubría la ciudad con su manto oscuro, la casa levantaba vuelo, permitiendo a sus habitantes explorar nuevos horizontes.

    En medio de esta maravilla de casa voladora, vivía una familia muy especial. Eran felices, siempre con una sonrisa en sus rostros, disfrutando de las increíbles aventuras que proporcionaba su hogar. Pero lo que hacía a esta familia verdaderamente especial eran las dos hermanas: Mia y Jessica.

    Mia, la menor de las dos, era un verdadero sol. Sus ojos eran azules como el cielo y su cabello, rubio como el oro. Siempre curiosa, amable y llena de energía, Mia era el alma de la casa.

    Jessica, por otro lado, era igualmente encantadora pero un poco más reservada. Tenía ojos marrones misteriosos y cabello oscuro como la noche. Era más seria que su hermana, pero igualmente querida por su familia.

    Ambas hermanas eran muy inteligentes y cariñosas, pero Jessica tenía un defecto que le causaba problemas: a veces decía mentiras. Aunque no tenía malas intenciones, su costumbre de distorsionar la verdad causaba malentendidos.

    Un día, mientras la casa volaba sobre un bosque encantado, Jessica vio un hada. Fascinada, corrió a contarle a Mia sobre su descubrimiento. Pero Mia, cansada de las mentiras de su hermana, no le creyó.

    Jessica, herida por la incredulidad de su hermana, decidió demostrarle la existencia del hada. Esa noche, mientras todos dormían, Jessica salió de la casa para buscar al hada.

    Después de muchas horas de búsqueda, Jessica finalmente encontró al hada. Pero estaba herida, atrapada bajo un tronco caído. Con un esfuerzo tremendo, Jessica logró liberarla. Agradecida, el hada le concedió un deseo.

    Jessica pensó en muchas cosas que podría desear. Pero al final, lo que realmente quería era la confianza de su hermana. Entonces, deseó nunca más poder decir una mentira.

    El hada cumple su deseo y Jessica retorna a casa. Al día siguiente, confiesa a Mia sobre su aventura nocturna y pide disculpas por sus mentiras pasadas. Mia, aunque sorprendida, decide darle una nueva oportunidad a su hermana.

    Con el tiempo, Jessica se volvió más sincera y su relación con Mia mejoró enormemente. Las dos hermanas continuaron viviendo en su maravillosa casa voladora, disfrutando de aventuras juntas y aprendiendo nuevas lecciones cada día.

    Painting your imagination...

    Aunque la vida en una casa voladora no estuvo exenta de desafíos, la familia siempre encontró la manera de convertir esas dificultades en valiosas experiencias de aprendizaje. Y a través de todo, entendieron que la honestidad y la confianza son fundamentales en cualquier relación.

    Painting your imagination...

    Así, en medio de altos cielos y entre nubes esponjosas, la historia de la casa voladora y sus habitantes perdura. Y aunque la ciudad sigue creciendo y cambiando, la casa y su familia siguen volando, llevándose consigo un pedacito de esa maravillosa ciudad.