
The Magic Love Rainbow
By Hector Javier

09 Jul, 2023

Había una vez una hermosa niña llamada Lisa, su risa iluminaba toda la habitación y su amor por la aventura nunca conocía límites.

Lisa tenía una familia muy amorosa, con dos padres a los que adoraba: su mamá, una pintora increíblemente talentosa, y su papá, un músico apasionado.

Juntos vivían en una hermosa casa, llena de pinturas de colores y música alegre todo el tiempo. Eran muy felices.

Un día Lisa se dio cuenta de que sus padres comenzaron a discutir con más frecuencia. Ella estaba preocupada, no entendía por qué se comportaban así.

Un día, su mamá la sentó y con amor le explicó que ella y papá iban a vivir en casas separadas. Lisa estaba confundida y un poco asustada.

Lisa pensó que su mundo se estaba desmoronando. Ella se preguntaba si era su culpa, se preguntaba si había hecho algo mal.

Pero su mamá le explicó que era una decisión entre adultos y que no tenía nada que ver con ella. Hizo hincapié en que ambos seguirían amándola igual.

Esto era difícil para Lisa de entender. Ella extrañaba la armonía en su casa y anhelaba los días en que todos estaban juntos.

Sin embargo, Lisa comenzó a ver que mamá y papá parecían más felices. Ellos ya no discutían, y cuando estaban con ella, estaban completamente presentes.

Y aunque vivían en casas diferentes, ambos se esforzaban por pasar tiempo con Lisa, llenando sus días con amor y diversión.

Mamá la llevaba a clases de pintura y ambas creaban hermosas obras de arte juntas. Papá pasaba sus fines de semana con Lisa, enseñándole a tocar el piano.

Un día, mientras Lisa y su papá estaban tocando el piano, le preguntó a su papá si la separación era su culpa. Él se veía muy sorprendido.

"¡Oh, Lisa!", Dijo su papá, "Esto no tiene nada que ver contigo. Tanto tu mamá como yo te amamos muchísimo. Eres la mejor parte de nosotros."

Lisa se sintió aliviada, pero aún se preguntaba si sus padres aún la amaban igualmente como cuando estaban juntos.

Así que un día, mientras pintaba con su mamá, le preguntó si su amor por ella había cambiado desde que se separaron. Su mamá se veía asombrada.

"Lisa, mi amor por ti siempre será igual de grande, sin importar las circunstancias. Tu papá y yo siempre te amaremos, no importa qué".

Con el tiempo, Lisa comenzó a entender realmente que el amor de sus padres por ella no había cambiado, aunque ahora vivieran en casas separadas.

Comenzó a sentir que tenía dos hogares en lugar de uno, cada uno lleno de amor, cariño y actividades divertidas.

Lisa también aprendió que las emociones y los sentimientos de los adultos pueden ser complicados, y que la decisión de separación de sus padres era para su bienestar.

Lisa entendió que a veces, las cosas cambian, pero eso no significa que sean malas. Aprendió que el amor viene en diferentes formas y tamaños.

Y aunque sus padres ya no vivían juntos, ella sabía que los amaba a ambos de igual manera. Ambos padres eran su mundo y siempre lo serían.

Con el tiempo, Lisa se dio cuenta de que todavía era capaz de disfrutar de la pintura y la música como antes, incluso si sus padres ya no estaban juntos.

Como la bella y valiente niña que era, Lisa agradecía tener dos hogares llenos de amor en lugar de uno. Aprendió a abrazar el cambio y aceptó el hecho de que la vida a veces puede ser impredecible.

Lisa finalmente comprendió que la separación de sus padres no era su culpa. Aprendió que el amor de ellos por ella era inmutable y que siempre estarían allí para ella.

Aunque vivían en distintos lugares, seguían siendo su mundo. Y así, Lisa vivió feliz, disfrutando del amor incondicional de ambos padres, sin importar dónde residieran.

La historia de Lisa nos enseña que los cambios son parte de la vida y que no importa lo que pase, el amor de nuestros padres siempre permanece constante.

No importa cuántos hogares tengamos, todos están llenos de amor y cariño, brindándonos un cálido refugio sin importar cómo cambie la vida.

Y aunque las cosas pueden ser difíciles de entender a veces, siempre debemos recordar que no somos responsables de las decisiones que toman los adultos.

Y al final, lo más importante que podemos aprender de Lisa, es que el amor de nuestros padres nunca cambia, no importa las circunstancias.

Siempre estarán allí para nosotros, llenándonos de amor, apoyo y cariño. Con ese amor, cualquier cambio puede ser enfrentado con valentía y optimismo.

A través de la historia de Lisa, podemos aprender a abrazar el cambio, a comprender que el amor de nuestros padres es constante y a recordar siempre que no somos responsables de las decisiones que ellos toman.

Y así, Lisa creció para ser una niña feliz, sabiendo que siempre era amada, sin importar dónde vivían sus padres.

Y esa es la verdadera lección que todos debemos aprender: que el amor de nuestros padres está siempre con nosotros, en nuestros corazones, sin importar cómo cambie nuestra vida.

Así que, si tus papás viven en casas separadas, recuerda siempre que siempre te amarán y que no es tu culpa.

De hecho, tienes dos casas llenas de amor, y siempre serás amado, tal como Lisa en nuestra historia.