En un caluroso verano de 1969, una nueva vida nació, el primer hijo de una pareja maravillosa. Lo llamaron cariñosamente, Pichy.

Luego, en 1973, llegó otro rayo de sol a la familia, Sergio. Fue otro momento de alegría y felicidad.

Vivían primero con sus padres, luego alquilando, hasta que en 1977 se establecieron en su casa de Quilmes 330 bis.

Desde esa casa, la pareja laboraba juntos, cosechando éxitos y alegrías. Los hijos crecían y la familia prosperaba.

En 1980, el hogar se llenó con una tercera risa, la última hija, Silvina. La familia finalmente se completó.

Cinco años después, la familia se mudó al barrio Marítimo, cerca de otros familiares. La vida era una mezcla de trabajo y diversión.

Vacaciones interminables, autos nuevos, y toda una vida por delante. La felicidad era pan de cada día en la familia.

En 1994, compraron su primer departamento en la Costa, un logro más para este dúo inseparable.

Con el tiempo, los hijos crecieron y encontraron sus parejas. Pichy se casó con Fer y tuvieron tres hijos , Sofia, Lautaro y Constanza

Sergio también formó una familia con Moni y tuvieron dos hijos, Benja y Joaco.

Por su parte, Silvina se casó con Guille y tuvieron a Isabella. Los tres hijos tenían ahora sus propias familias.

En la actualidad, la pareja original está cerca de cumplir los 80 años de vida y 55 años de casados. Disfrutan de sus nietos y viajan por el mundo.

Entre sus nietos, tienen a Donatto, su primer bisnieto. Todos forman una gran familia, unida por el amor y el respeto.

Los días de la pareja se llenan de risas y charlas, siempre alrededor de la gran mesa familiar.

Los nietos se turnan para visitarlos, asegurándose de que siempre tengan compañía y amor.

La pareja original, siempre juntos, mantienen un amor incomensurable. Todo lo han enfrentado juntos, y así seguirán.

Siguen construyendo recuerdos, llenando álbumes de fotos con viajes y celebraciones junto a los suyos.

La casa en Quilmes 330 bis sigue siendo su hogar, el lugar donde construyeron su amor y su familia.

Son testigos de cómo sus hijos siguen su ejemplo, formando familias unidas y llenas de amor.

Los éxitos continúan, cada logro de sus hijos o nietos es un triunfo para ellos. $

Y en cada uno de esos éxitos, sigue latente su amor inquebrantable, el pilar central de esta gran familia.

330 bis , el barrio Marítimo y la calle 48 y 20 a la veda del arroyo, son lugares llenos de recuerdos y alegrías compartidas.

A pesar del tiempo, el amor de Nélida y Luis, sigue siendo joven, fresco y vital, como el primer día.

La vida les ha dado muchas bendiciones, pero la más grande es la familia que han creado, como padres, abuelos y bisabuelos

Cada día es una nueva oportunidad para crear recuerdos, para disfrutar del tiempo juntos, hoy día, como abuelos paseando por el mundo

Y así, con risas, amor y una familia increíble, continúan escribiendo su bella historia de amor.