Peky llega a la casa de las dos hermanas, Angie y Paula, así como su madre, Yenny. La casa es acogedora, llena de risas y amor. Todos se sienten emocionados por la llegada de Peky, quien trae un aire fresco y alegre a la casa.

Un día, la familia decide ir a la playa para disfrutar del sol y el mar. Durante su paseo, encuentran a una perrita abandonada. Está temblando y parece asustada, pero cuando Peky se acerca, ella muestra su cola.

Peky, con el corazón lleno de compasión, decide llevar a la perrita a casa. La llama Puka, y desde ese día, ella se convierte en parte de la familia. Puka es juguetona y cariñosa, siempre busca la compañía de Peky.

Angie y Paula se encariñan rápidamente con Puka. A menudo se la ve jugando con ellas en el jardín, persiguiendo una pelota o corriendo tras una mariposa. Puka trae alegría a la casa y la familia se siente completa.

Yenny, aunque al principio estaba un poco preocupada por cómo podría afectar a la familia tener un perro, pronto ve a Puka como otra hija. La cuida y mima, asegurándose de que esté sana y feliz.

Peky se siente especialmente cercano a Puka. Pasa la mayor parte de su tiempo con ella, cuidándola, jugando con ella y enseñándole trucos. La conexión entre ellos es palpable y todos pueden ver cuánto se aman.

A medida que pasa el tiempo, Puka se convierte en una parte inseparable de la familia. Su amor por ellos es evidente en su cola siempre en movimiento y su mirada adoradora. Y la familia la ama de igual manera.

Puka es la primera en recibir a Peky cuando vuelve a casa después de la escuela. Corre hacia él, ladrando alegremente y moviendo la cola. Su saludo siempre alegra a Peky, sin importar lo cansado que esté.

Cuando Peky tiene problemas en la escuela o está triste, Puka siempre está allí para él. Con su presencia y su amor incondicional, ella le ayuda a superar sus problemas y a sentirse mejor.

Angie y Paula también consideran a Puka como su mejor amiga. Siempre está allí para jugar con ellas, para consolarlas cuando están tristes y para compartir sus alegrías. La aman más que a nada.

Yenny ve a Puka como la guardiana de la casa. Siempre está alerta, protegiendo a la familia de cualquier peligro. Yenny siente un profundo amor y gratitud por Puka.

Angie y Paula, ahora mujeres jóvenes, todavía consideran a Puka como su mejor amiga. A pesar de sus ocupadas vidas, siempre encuentran tiempo para mimarla y jugar con ella. La aman con todo su corazón.

Un día, Puka se va tranquilamente mientras duerme. La familia está devastada, pero saben que Puka ha vivido una vida llena de amor y felicidad. Se consuelan entre sí, recordando los buenos tiempos que pasaron con Puka.

Peky, Angie, Paula y Yenny se reúnen para despedir a Puka. Cada uno comparte sus recuerdos más queridos de ella, recordando su amor y su bondad. Aunque están tristes, también están agradecidos por el tiempo que pasaron con Puka.

Aunque Puka ya no está físicamente con ellos, su amor sigue vivo en sus corazones. Ella les enseñó el verdadero significado del amor incondicional y la amistad. Su recuerdo siempre será una fuente de alegría y consuelo para la familia.

Peky, Angie, Paula y Yenny continúan sus vidas, siempre recordando a Puka. Aunque la extrañan mucho, están agradecidos por los momentos que compartieron con ella. Su amor por Puka siempre será inmenso e inolvidable.

La historia de amor entre Puka y la familia es una historia de amor verdadero y puro. Aunque Puka ya no está con ellos, su amor sigue vivo en sus corazones. Siempre recordarán a Puka con amor y gratitud.